"Argentina en Luján 2007" asistieron más de cien mil personas
Luján - "Aquí Luján", exclamó Julio Márbiz, ante una multitud de voces que se alzaron para inaugurar, el sábado, la penúltima noche del festival "Argentina en Luján 2007". El sello inconfundible que el conductor patentara en Cosquín, y ahora vuelto a relucir sobre el espectacular escenario montado frente a la Basílica Nacional, fue un símbolo más, entre otros, que sirvió para certificar el éxito arrollador de las cuatro jornadas festivaleras.
Con una galería de artistas de primer nivel, ayer domingo culminó el festival "Argentina en Luján 2007". El cierre fue a toda orquesta con Soledad Pastorutti. Antes Horacio Guarany había hecho vibrar al público. El sábado cantaron Luciano Pereyra y se presentó la Misa Criolla, encabezada por Zamba Quipildor. El viernes cerró Nocheros y el jueves fue el turno de "El Chaqueño", según publica el diario El Ciudadano. La noche del sábado, además de lo pautado sobre el escenario, tuvo un condimento especial, dado por la peregrinación de veinticinco imágenes de la Virgen María atesoradas en la Cripta de la Basílica, que llegaron al escenario escoltadas por jinetes con antorchas, el Arzobispo de Mercedes-Luján, Monseñor Rubén Di Monte, y por el Intendente de Miguel Ángel Prince.Una vez sobre el escenario, el arzobispo bendijo a las diferentes manifestaciones de la Virgen: "A los soldados y a los gauchos que las transportaron y a todos los que, desde el anonimato, hicieron posible que gozáramos de estas imágenes", comentó el prelado.Lo acompañaban, además del jefe comunal, el Interventor del Instituto Provincial de Lotería y Casinos, Franco la Porta, y el Intendente de Carmen de Areco, Luis Alberto Pronesti, quienes recibieron de parte del Intendente Prince un poncho cada uno, con los colores celeste y blanco. También estuvo junto a ellos el dirigente Alberto Fernández de Rosa.Enseguida todo estuvo dispuesto para la presentación de la tradicional Misa Criolla, con un coro de ciento cincuenta voces en escena, bajo la dirección de Rubén Videla y encabezado por el legendario Zamba Quipildor. El cantante conmovió a la multitud modulando las clásicas estrofas iniciales de la magna obra de Ariel Ramírez: "Señor, ten piedad de nosotros".Luego, en un impasse del espectáculo, Quipildor solicitó el apoyo del Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, de los legisladores y del "pueblo argentino", para la aprobación de la ley en defensa de los cantores populares, que encontró, con aplausos y exclamaciones, el apoyo unánime de la gente.Finalizada la Misa Criolla, el Intendente Miguel Prince efectuó un reconocimiento al árbitro internacional, recientemente retirado Horacio Elizondo, invitado especial de la noche, quien desde hace unos meses vive en esta ciudad. Por esto, mediante un Decreto Municipal, Elizondo fue declarado "Hijo adoptivo de Luján".Más tarde fue el turno de Luciano Pereyra. Abajo, miles de fans corearon las canciones del músico nacido en Luján, broche de oro de una noche brillante de la que también participaron el Chango Nieto, Canto Nativo, el Gringo Barreto y María Celeste Lores, entre otras figuras destacadas.El domingo no fue menos memorable. No sólo por la actuación de Los Alonsitos, Chiqui Pereyra, Encuentro Luján, Martín Taboada, Ángel Pereyra (padre de Luciano), Los Colorados, Canto 4 y Adrián Maggi, sino también por la presentación de una gloria de folklore nacional, Horacio Guarany, y el impresionante cierre de Soledad.Guarany estremeció al público con el repaso de sus éxitos populares y viejas canciones: "Porque a las viejas también hay que tocarlas", bromeó el cantautor, e invitó al intendente Miguel Prince a bailar una chacarera sobre el escenario, cosa que el jefe de la Comuna cumplió con desenvoltura, seguido por una bailarina que lo acompañó en los pasos de la danza.El popular cantante, radicado desde hace tiempo en esta ciudad, agradeció a Luján por haberlo aceptado entre los suyos, y le dedicó su Romance de Plumas Verdes: "Porque es mi Plumas Verdes donde tengo mi nido, donde quiero vivir toda la vida contigo", coreó con los brazos extendidosTambién, sobre el escenario, el mandatario local reconoció la trayectoria artística de Guarany, con la entrega de una medalla al mérito cultural, realizada por el orfebre local, Pablo Malusardi: "No me gustan los homenajes, pero agradezco en el alma esta distinción", comentó Guarany, conmovido y agregó: "Agradezco a las autoridades municipales que hicieron un esfuerzo heroico, para que pueda tener la alegría más grande antes de finalizar mi carrera artística, que ya lleva 56 años, y dejarle a esta ciudad un teatro que estamos levantando aquí cerca, y que quedará como mi único legado para el pueblo de Luján", agregó luego.Después que la asociación Amigos del Festival de la Fe y de la Historia, organizadora del evento y le entregara una imagen de la Virgen de Luján, Guarany tronó desde el escenario las estrofas de "Si se calla el cantor", y el público se lo agradeció con una ovación.Antes de que Soledad subiera al escenario, uno de los locutores del evento, Alex Garralda, confirmó la presencia de más de cien mil personas en las cuatro noches festivaleras. Y anunció que "Luján va por más", en clara referencia a las nueve lunas que se contemplan para la edición del próximo año.Finalmente, y bajo un cielo amenazante de tormenta, la gente pudo ver al "Tifón de Arequito", que cerró el encuentro en la que fue una de sus últimas presentaciones antes de su anunciado descanso de un año. Abajo, miles de personas bailaron y corearon sus canciones. Soledad culminó el show minutos después de que se desatara el temporal. Igual, y pese a la lluvia que aguantó hasta último momento, prácticamente nadie se movió de su lugar.Fueron, como estaba previsto, cuatro noches de lujo, que volverán el año que viene para instalar a Luján como cierre del circuito festivalero de todo el país. Prometiendo convertirse en el festival de folklore más importante de Argentina.
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